MIRADOR > ARMANDO FUENTES AGUIRRE
Esta historia la escuché en New Bedford, Massachusetts, cuando hice ahí mis prácticas de periodismo en el Standard-times.
En una noche de tormenta un marinero perdió el rumbo en el encrespado mar. Las luces del puerto y la del faro se perdieron en la niebla, de modo que nada podía guiarlo en aquella absoluta oscuridad.
Entonces su esposa encendió una lámpara, subió a un bote y remó con todas sus fuerzas hacia las tinieblas. El marinero vio la luz, y guiado por ella pudo llegar al puerto.
No sólo él se salvó: otros marinos lo siguieron, y así pudieron también salvar la vida.
El relato la oí de labios de un pastor evangélico quien con estas palabras terminó la narración: “La luz que se enciende para un solo hombre puede traer consigo la salvación de muchos”.
¡Hasta mañana!...
OPINIÓN
es-mx
2021-10-26T07:00:00.0000000Z
2021-10-26T07:00:00.0000000Z
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