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El mundo de los muertos en la antigüedad

Todas las culturas precolombinas dedicaron un especial interés al mundo de los muertos, aquí te mostramos cómo lo hacían

Las tumbas de Paracas (costa de Perú) se conservan muy bien, rodeadas con abundantes objetos que la acompañan al más allá. Esta acumulación de objetos de valor es característica, por eso se han saqueado las tumbas a lo largo de la historia para recuperar estos objetos.

“En todas las culturas, desde la judeo-cristiana, en general, la cultura mediterránea, hablamos del alma, de la resurrección de los muertos”, explica en entrevista a EFE Andrés Gutiérrez, conservador del Museo de América de Madrid.

“En el mundo precolombino, los rituales están marcados por los ciclos vitales, desde la bienvenida a la vida, o bautizo; la iniciación, comunión; el paso a la pubertad, a la vida adulta (la fiesta de los 15 años), pasa a ser miembro de la comunidad; el matrimonio, como creación de la familia y la muerte. Al final es más o menos lo mismo, los seres humanos marcamos los periodos de la vida. Son ritos de la comunidad”.

Dentro del ciclo de muerte, transformación o la momificación en Egipto, con su serie de rituales, ritos en los que se prepara el cuerpo para su conservación, que sería el objetivo.

INCAS Y MEXICAS SON MÁS CONOCIDAS

La cultura de los Paracas (costa sur de Perú), mucho más antigua que los incas, su última etapa data del siglo XV, antes hubo muchas como la Chimú, la cultura anterior a los incas de Perú hasta que fueron derrotados por éstos.

Los palacios de los Chimú servían como mausoleo cuando el rey muerto quedaba momificado, mientras el nuevo rey levantaba otro palacio. A los muertos se los atendía, se los sacaba en procesión, se les suministraba alimentos. Las mujeres cuidaban sus tumbas y sus momias para conservar la memoria de esas personas.

Otra cosa importante es la necesidad de dotar de vida a los difuntos, de un aspecto vivo fabricando máscaras a modo de rostros de vivos colores para los fardos funerarios, al ir perdiendo los muertos la forma humana, como hacían los Mochica de Perú.

Hay piezas escultóricas de enterramientos que presentan una moneda de jade en la boca para pagar el viaje al más allá. Otras tumbas incorporan perros para protegerles en su camino.

Los Moches, 700 d. C., realizaban sacrificios de sus prisioneros, son moches contra moches, al vencedor se le representa como héroe, y el perdedor se le representaba con las manos atadas atrás, con soga al cuello.

Otra pieza espectacular muestra la representación de un joven que tras ejercer un año encarnando a la divinidad y después sacrificado y más tarde cubierto con piel, un rito que tiene que ver con el renacimiento con el renacer, y la primavera en la zona de Mesoamérica, también en la de los mexicas, en la zona de Veracruz. Lo practicaban del 400 al 100 antes de Cristo, es decir de más de 2,600 años de antigüedad, nos cuenta el antropólogo.

LOS QUIMBAYAS

Ajuar compuesto por unas botellitas de distintos tamaños o urnas cinerarias que representan figuras masculinas y femeninas en actitud sedente ante el ceremonial. La cabeza está adornada y luce ceñidores en rodillas y tobillos.

Procede del contexto funerario conocido como “Tesoro de los Quimbayas”, compuesto por piezas de gran importancia por su valor histórico, artístico y cultural. No son urnas funerarias. Son unas botellitas de oro, huecas rellenas de cenizas humanas de ancestros.

“Posiblemente para el consumo de las hojas de coca, ritual en Colombia y en Venezuela en el que las cenizas de los ancestros de los personajes importantes se mezclaba con una especie de sopa y la ingería los parientes y herederos”.

“Dentro de ellas hay cenizas humanas, de muertos, con marcado sentido funerario que corresponde a la práctica de un rito: la Tran sus tantaciación, es decir participar de la comunión de la divinidad”.

De su estudio se constata que estas cenizas están molidas, bien machacadas dentro de estas botellas donde luego se mezcla con la cal.

Que viene en su aspecto simbólico a estar relacionada con ese deseo de “tener” la divinidad, de comer y beber el cuerpo de la divinidad, como también contemplan otras religiones como la católica, nos explica el conservador.

Participa de la idea común de conversión del cuerpo por parte de personas con poder, o afines, especiales, herederos… Esta cultura abarca desde e 500 a.c. hasta avanzado el siglo XVI d.c., nos recuerda el historiador, Andrés Gutiérrez.

ARTES

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2021-10-26T07:00:00.0000000Z

2021-10-26T07:00:00.0000000Z

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