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Drástica baja en decomisos de droga: ¿por qué?

De acuerdo con datos del Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal 2021, los decomisos de las principales drogas ilegales −realizados por las fiscalías de los estados de la República− se desplomaron en 2020 en comparación con el año anterior. La disminución es de tal magnitud que obliga a preguntarse las razones detrás del fenómeno.

Los números son elocuentes: la incautación de cocaína pasó de 22 mil 959 kilogramos en 2019 a sólo 920 en 2020; la de metanfetaminas, de 13 mil 409 a únicamente 593; y la de mariguana, de 744 mil 764 a 44 mil 345. Las reducciones son, en cada caso, superiores al 90 por ciento entre un año y otro.

La estadística referida es aún más llamativa cuando se observa que, pese a la disminución en los decomisos, las carpetas de investigación, abiertas en contra de presuntos narcomenudistas, se incrementaron en poco más de nueve por ciento en el mismo periodo, al pasar de 70 mil 274, en 2019, a 76 mil 741 en 2020.

El comportamiento de estos indicadores merece, como mínimo, una explicación puntual por parte de las fiscalías del País, pues no parecen congruentes con la realidad percibida por la ciudadanía que, como se ha informado en su oportunidad, considera que el consumo de estupefacientes en las calles de nuestras ciudades está creciendo.

¿Dejaron las fiscalías estatales de ocuparse del fenómeno porque la Federación asumió, a través del Ejército, la marina o la Guardia Nacional el liderazgo en este rubro? No parece ser así, sino al contrario.

De acuerdo con múltiples reportes que se han difundido desde el año 2019, el decomiso de drogas en México ha registrado fuertes disminuciones, lo que apunta hacia una realidad indeseable: los cárteles de la droga tendrían hoy más libertades que nunca para operar.

Entonces, frente a la inacción de la Federación, ¿los gobiernos estatales han decidido también replegarse por considerar que no les corresponde a ellos enfrentar el fenómeno del narcotráfico? Es una hipótesis plausible.

Cualquiera que sea la explicación, la realidad que enfrentamos no es nada halagüeña pues, incluso considerando que la mayor parte de las drogas ilegales tengan como destino los Estados Unidos, existe evidencia de que el consumo interno se encuentra al alza.

A falta de explicaciones se antoja considerar que los datos duros constituyen evidencia del fracaso de la política de “abrazos y no balazos” implementada por el actual Gobierno de la República, que ha decidido no perseguir a los grupos criminales que producen y comercian las drogas.

La explicación ha sido que se están atendiendo “las causas profundas” del fenómeno a través de programas sociales que alejarían a los jóvenes de la tentación de los grupos delincuenciales. Pero frente a las estadísticas resulta muy difícil comprar el argumento.

¿Se ha convertido nuestro País entonces en el “paraíso” de los narcotraficantes? Para desgracia colectiva, todo indica que sí.

La disminución drástica en el decomiso de drogas es un indicador preocupante porque evidenciaría que nadie combate a los grupos criminales que la producen y comercian

OPINIÓN

es-mx

2021-10-26T07:00:00.0000000Z

2021-10-26T07:00:00.0000000Z

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